4.5.4  El Retorno Físico de Cristo

 

1. El regreso considerado como una etapa de la exaltación. El regreso de Cristo, a veces, se omite de entre las etapas de su exaltación, como si el estar sentado a la diestra de Dios fuera el punto culminante. Pero eso no es correcto. El punto más elevado no se alcanza sino hasta que Aquel que sufrió a manos de hombres, regresa con el carácter de Juez. El mismo indicó esto como una prerrogativa mediatora especial, Juan 5: 22, 27, y así también lo hicieron los apóstoles, Hech. 10: 42; 17: 31. Además de los pasajes que hablan de la designación de Cristo como juez hay varios que se refieren a su actividad judicial, Mat. 19: 28; 25: 31-34; Luc. 3: 17; Rom. 2: 16; 14: 9; II Cor. 5: 10; II Tim. 4: 1; Sant. 5: 9.

 

2. Términos bíblicos referentes al retorno. Varios términos se usan para designar la futura venida de Jesucristo. El término "parusía", es el más común de estos.

 

Significa en primer lugar, nada más "presencia", pero también sirve para designar una venida precedente a la presencia. Esto último es el significado común del término cuando se usa en relación con el regreso de Jesucristo, Mat. 24 : 3, 27, 37, 39 ; I Cor. 15 : 23 ; I Tes. 2 : 19 ; 3 : 13 ; 4 : 15; 5 : 23 ; II Tes. 2 : 1; Sant. 5: 7, 8; II Ped. 3: 4. El segundo término es "apocálupsis", el cual acentúa el hecho de que el regreso será una revelación de Jesucristo. Indica el descubrimiento de aquello que estaba previamente escondido de la mirada, en este caso quedarán al descubierto la gloria y majestad escondidas de Jesucristo, II Tes. 1: 7; I Ped. 1: 7, 13; 4: 13. El tercer término "epipháneia", la gloriosa aparición del Señor. La implicación es que lo que se va a descubrir es algo glorioso, II Tes, 2: 8; I Tim. 6: 14; II Tim. 4: 1-8; Tito 2: 13.

 

3. La 'manera del regreso de Cristo. Algunos colocan el regreso de Cristo en el pasado, pretendiendo que la promesa de su regreso se cumplió cuando volvió en el Espíritu Santo. Se refieren a la promesa en Juan 14-16, e interpretan la palabra "parusía" como que simplemente significa "presencia"  Pues bien, debe decirse que, en un sentido, Cristo volvió en el Espíritu Santo, y como tal está presente ahora en la Iglesia. Pero este fue un regreso espiritual, en tanto que la Biblia nos enseña a esperar un retorno físico y visible de Cristo, Hech. 1: 11. Aun pasado ya Pentecostés se nos enseña a esperar   la venida de   Cristo, I Cor. 1 : 7; 4 : 5; 11 : 26; Fil. 3 : 20; Col. 3 : 4 ; I Tes. 4 : 15-17; II Tes. 1 : 7-10; Tito 2 : 13 ; Apoc. 1: 7.

 

4. El propósito de su regreso. La segunda venida de Jesucristo será con el propósito de juzgar al mundo y de perfeccionar la salvación de su pueblo. Los hombres y los ángeles, los vivos y los muertos se presentarán delante de Él para ser juzgados según los registros que se guardan de ellos, Mat. 24: 30, 31; 25: 31, 32. Será una venida con juicios terribles sobre los malvados. Pero también con bendiciones de gloria eterna para los santos, Mat. 25: 33-46. Aunque sentenciará a los malvados a castigo eterno, en cambio justificará públicamente a los suyos y los conducirá al goce eterno de su reino celestial. Esto indicará la victoria completa de Jesucristo.

 

5. Objeción a la doctrina del regreso. La gran objeción a la doctrina del regreso de Jesucristo está ligada íntimamente con la objeción a la doctrina de la resurrección física de Cristo. Si no puede haber resurrección física y ascensión, tampoco puede haber retorno físico desde el cielo. Ambos son igualmente imposibles, y las enseñanzas bíblicas respecto a los dos, meras representaciones crudas de una edad desprovista de conocimientos científicos. Evidentemente, Jesús participó de los conceptos carnales de su época, y esto dio color a sus bosquejos proféticos del futuro. El único retorno del que se puede hablar y que debemos esperar es un retorno con poder, en el establecimiento de un reino moral sobre la tierra.