Personas por quienes Intercede

La obra intercesora es como ya se dijo, nada más el cumplimiento de su obra redentora y sacerdotal, y por lo tanto es igual a aquella en extensión. Cristo intercede por todos aquellos por quienes ha hecho expiación, y por ellos únicamente. Esto debe inferirse del carácter limitado de la expiación, y también de pasajes como Rom. 8: 34; Heb. 7: 25; 9: 24, en cada uno de los cuales la palabra "nosotros" se refiere a los creyentes. Además, en la oración pontifical que se consigna en Juan 17, Jesús nos dice que ora por sus inmediatos  discípulos y "por los que también han de creer en mí por la palabra de ellos", Juan 17: 9, 20. En el versículo 9 hace una afirmación muy explícita respecto a la limitación de su oración pontifical: "Yo ruego por ellos: no ruego por el mundo, sino por los que tú me diste". Y del contenido del versículo 20 aprendemos que no sólo intercede por los actuales creyentes, sino por todos los elegidos sean de los que ya creen en El o de los que creerán alguna vez en el futuro. El intercesor piensa en cada uno de aquellos que le fueron dados, Luc. 21: 32; Apoc. 3: 5. Los luteranos distinguen entre una intercesión general de Cristo en favor de todos los hombres, y una intercesión especial en favor de los elegidos sola-mente. Para probarlo apelan a Luc. 23: 34, en donde está la oración que Cristo hizo por sus enemigos; pero esa oración no debe por necesidad considerarse como parte de la obra oficial intercesora de Cristo.

 

Dabney cree que sí era intercesora, y que los objetos de esta oración fueron convertidos posteriormente. Pero también es posible que ésta haya sido nada más una oración en la que Cristo enseñó a todos sus seguidores a orar por sus enemigos, una oración para defenderlos de un inmediato y terrible castigo por el enorme crimen cometido. Compárese Mat. 5: 44.