5.3.2  Duración del Carácter Real

1. Su principio. Las opiniones difieren en este punto. Los premilenaristas constantemente niegan la presente realeza medianera de Cristo, y creen que El no se sentará sobre el trono como Mediador hasta que introduzca el milenio en la época de su segunda venida. Y los socinianos pretenden que Cristo no fue ni sacerdote ni rey antes de su ascensión. La posición que por lo general acepta la iglesia es que Cristo recibió su designación como Rey medianero en las honduras de la eternidad, y que comenzó a funcionar en este concepto inmediatamente después de la caída, Prov. 8: 23; Sal 2: 6. Durante la Antigua dispensación llevó su trabajo como Rey, en parte, por medio de los jueces de Israel, y, en parte, por medio de los Reyes típicos.

 

Pero aunque se le permitió gobernar como Mediador aun antes de su encarnación, no tomó, su trono público y formalmente para inaugurar su Reino espiritual, sino hasta el tiempo de su ascensión y elevación a la diestra de Dios, Hech. 2: 29-36; Fil. 2: 5-11.

 

2. Su terminación (?). La opinión dominante es que la realeza espiritual de Cristo sobre su iglesia continuará eternamente según su carácter esencial, aunque sufrirá importantes cambios en su modo de operación en la consumación del mundo. La duración eterna de la realeza espiritual de Cristo parece que se enseña con mucha claridad, en los siguientes pasajes: Sal 45: 6 (compárese Heb. 1: 8); 72: 17; 89: 36, 37; Isa. 9: 7; Dan 2: 44; II Sam 7: 13, 16; Luc. 1: 33; II Ped. 1: 11. El Catecismo de Heidelberg también habla de Cristo como "nuestro Rey eterno". En forma semejante lo hace la Confesión Belga en el artículo XXVII. Además, la realeza y la jefatura de Cristo están atadas juntas inextricablemente. La jefatura de Cristo está al servicio de su realeza, y algunas veces ésta se presenta con claridad incluyendo a la primera, Ef. 1: 22; 5: 22-24. Pero, con seguridad, Cristo nunca cesará de ser la Cabeza de su Iglesia dejándola' como un cuerpo sin cabeza. Por último, el hecho de que Cristo es sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec parecería argumentar en favor de la duración eterna del reino espiritual de Cristo, puesto que su oficio medianero es, después de todo, una sola unidad. No obstante, Dick y Kuyper, arguyen que este cargo real de Cristo cesará cuando El haya cumplido la salvación de su pueblo. El único pasaje de la Biblia al que apelan es I Cor. 15: 24-28, pero este pasaje evidentemente no se refiere a la realeza espiritual de Cristo, sino a su realeza sobre el universo.